El entorno del colegiado, que mañana dirigirá desde el VAR el Sevilla-Osasuna, explica a EL MUNDO los detalles de la querella contra Enríquez Negreira y su hijo.
Desde que se destapó el escándalo, Xavi Estrada Fernández (Lleida, 1976) sentía que algo empezaba a bullir en su interior. No sólo como árbitro, sino como ciudadano de a pie. «Es un tipo con una integridad moral especial y este caso le quemaba mucho», admite a EL MUNDO uno de sus íntimos. Por tanto, nadie de los suyos se extrañó ayer cuando hizo pública una querella criminal contra José María Enríquez Negreira y Javier Enríquez Romero. Otro asunto fue cómo cayó la noticia en la Federación Española (RFEF), donde no ocultaban cierta perplejidad ante lo que consideran la última ocurrencia de alguien acostumbrado a navegar contra corriente.
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